Danza Pujllay

En un transfondo histórico que integra antiguas y diferentes festividades, el carnaval de Tarabuco, conocido también como el "pujllay" yampara, conserva casi sin cambios su esencia folklórica expresada en su pesado danzar, su música de tono melancólico y monótono, y el cantar solitario del campesino que trata de expresar su amor a una moza.




Rememora así mismo a las pandillas o ruedas de campesinos y mestizos de Chuquisaca, que recorren los poblados a pie o a caballo visitando casas donde hay chicha y pukaras y a su respectivo pasante.

En el pujllay, las pukaras o defensivos preincaicos son convertidos en arcos de plata adornados con banderas blancas, follajes y productos a ser cosechados: choclos, flores, papas, hortalizas, panales de abejas, carnes, etc.

En este carnaval coinciden la festividad prehispánica del "Jatun Pocoy" (gran madurez) y "Pauker Waray" (sacrificio al sol). Posteriormente se unió la conmemoración de la victoria de los yamparaes sobre los españoles en la batalla de jumbate el 12 de marzo de 1816.

Al herrero hay que comprarle "gallos" o espuelas que hacen de instrumentos de percusión, calados a las grandes ojotas de los danzarines; cuanto más alta sea la ojota, más será la destreza del bailador que las calza.

Las polainas de abundantes colores y figuras cubren sólo del talón hasta las canillas. La almilla es una especie de blusa de paño negro y anchas mangas. Los calzones son dos, uno corto de paño negro y otro de paño blanco; bastantes anchos, de las piernas hasta las canillas.

El talabartero fabrica el cincho (cinturón) claveteado con cientos de ojalillos y cuero repujado con figuras de la zona, que sirven de cartera. Del pital penderán decenas de campanillas de bronce atadas con trenzas de caito de colores vistosos.



Los fabricantes de monteras yamparas, similares al casco de los conquistadores, son ricamente t'hicanchadas (adornadas) con flores. Las costureras hacen las cofias bordadas con hilos de caito y alegorías del carnaval campesino; que penderán de la cabeza del pujllay por la espalda.

El uncku pallado es un poncho pequeño (recogido al cuello) con figuras y alegorías de la región; debajo hay otros de listados horizontales en rojo, negro, blanco, amarillo, además de cortas flecaduras multicolores.

Las chuspas hechas por las mujeres constituyen el orgullo de la familia. Para completar este lujoso atavío llevarán 2 pañuelos finos de seda: uno en la mano para dar ritmo, y/o prendido atrás con la punta hacia abajo por la espalda.

Otros campesinos de vestimenta humilde interpretarán la melodía pentatónica del pujllay además de los nuevos huayños compuestos. Los espera la sencka tanch'ana, flauta grande cuyos orificios están muy abajo en relación a la embocadura; lo cual permitirá que el músico adopte una única e incómoda pose. También se advertirá la presencia del "machu tock'oro" o ideófono descomunal, cuya embocadura recubrirá un florón de cuero y una gran pluma de cóndor.

A su turno, los cantantes entonan melodías de amor por una moza y coplas en agradecimiento a todo lo que rodea: animales, frutos.etc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario